Las glándulas anales del perro
Pueden causar problemas muy molestos.
Introducción
Los perros y los gatos tienen dos glándulas anales. Éstas están situadas a ambos lados del ano. Son pequeñas bolsas de alrededor de un centímetro de diámetro, que tienen, mediante un conducto de drenaje, una apertura al ano (a la 4 horas y las 8 horas). Las bolsas almacenan material de excreción que es producido por el tejido. Este material suele ser una sustancia líquida, de color marrón-amarillento y maloliente.
En los animales sanos, las bolsas anales son vaciadas regularmente por el paso de las heces. De éste modo, añade una clara señal olfativa para los otros animales a las heces. Además, en una situación de extremo miedo un perro o gato puede vaciar éstas glándulas. De esta manera, su entorno es disuadido por el típico mal olor del contenido de las glándulas anales.
Síntomas
Los perros a menudo tienen problemas con sus glándulas anales, en los gatos también vemos este tipo de problemas, pero son mucho menos frecuentes. Los problemas suelen comenzar con que las bolsas se llenan en exceso.
La causa de esto es a menudo confusa, pero puede deberse a una diarrea o a un (temporal) cierre de las aberturas de salida por un trozo de contenido más grueso de lo normal.
Una posición (debido a, por ejemplo, exceso de peso) o diámetro anormal de las aberturas de salida podría desempeñar un papel, pero probablemente la irritación de la zona perianal debida a una infección, y la siguiente inflamación de la mucosa anal de las bolsas, es la causa más frecuente. A menudo los problemas son persistentes y reaparecen una y otra vez.
A veces problemas de las glándulas anales dan lugar a la formación de un absceso de éstas glándulas. Esto se manifiesta como una hinchazón dolorosa y fluctuante, pero a menudo el absceso ya está roto y se ve una especie de pequeño cráter. Además, en la zona anal pueden aparecer fístulas anales. Estos se originan por lo general en la glándula anal, pero no siempre.
Por último, también es posible que exista un tumor en el área alrededor del ano (el tumor benigno de las glándulas perianales que va creciendo bajo la influencia de la testosterona ó el Circum-carcinoma de la glándula anal, un tumor maligno con consecuencias potencialmente graves).
Los síntomas varían mucho, desde la comezón alrededor del ano (el perro se arrastra frecuentemente de una manera típica, sentado, con las patas delanteras, pero también muerde y lame la zona alrededor del ano) e incluso puede despedir un típico olor. Es importante comprobar si se puede excluir pulgas y tenias como la causa de la comezón.
Tratamiento
Si las bolsas anales están demasiado llenas es posible vaciarlas mediante presión.
Esto se hace sujetando las bolsas entre el pulgar y el dedo índice (preferiblemente con un guante
y un pañuelo en la mano) masajeando desde delante hacia atrás.
Se parece un poco a la manera de sujetar la nariz cuando la sonamos.
No es tan fácil como puede parecer y es conveniente que el veterinario te lo explica. Observa atentamente las excelentes explicaciones que nos da el veterinario de Centralvet en este vídeo.
En caso de una obstrucción persistente de los conductos de drenaje de las glándulas puede ocasionalmente ser necesario introducir un dedo en el ano y exprimir así la glándula entre el pulgar y el dedo índice hacia su apertura para vaciarla. Pero no se debe experimentar con esto en casa, es algo que debe hacer un especialista. Tampoco es aconsejable intentar vaciar las glándulas de manera preventiva en casa ya que esto puede estimular la producción del material de excreción. Puede causar que una glándula tranquila se irrite e infecta, lo cual significaría que en vez de prevenir estar causando problemas.
Después de vaciar las glándulas infectadas es posible enjuagarlos con un producto desinfectante. Si hay una infección aguda, se puede introducir una pomada con un antiinflamatorio y un antibiótico en las bolsas anales. Puede incluso requerir un tratamiento con un antibiótico oral.
Si existe un absceso éste debe ser abierto, y enjuagado. Si los problemas son recurrentes será necesaria una intervención quirúrgica mediante la cual las glándulas son eliminadas por completo. Esta intervención es un buen método para liberar a su animal de los desagradables problemas recurrentes. Nunca optamos de entrada por una intervención porque ésta no es completamente sin riesgo. Además del siempre presente riesgo de la anestesia, hay un muy pequeño riesgo de incontinencia de las heces, ya que se opera cerca del esfínter del ano.
Nota: Este artículo está escrito no sólo en base a la literatura científica, sino también a las propias ideas basadas en la experiencia personal del veterinario autor. Por lo tanto, la información puede diferir en parte de la literatura actual. Te lo presentamos con un objetivo meramente informativo. En caso de dudas debes consultar siempre con tu veterinario ya que es el único profesional indicado para ésto.
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