El premio en la educación del perro
¿Qué es premiar?
Es conectar un estímulo positivo a un acto.
El premio es el instrumento más poderoso que tenemos para enseñar a nuestro perro lo que queremos de él. Por lo tanto conviene saber qué es y cómo utilizarlo correctamente. Para premiar disponemos de una amplia gama de estímulos que podemos aplicar, tales como golosinas, juego, caricias, palabras agradables, atenciones, paseos..., todo lo que al perro le puede gustar o interesar.
Cuando intentes enseñar algo a tu perro, como su jefe que eres, deberías conseguir que lo aprenda para que te obedezca cuando quieras. Así conseguirás que lo haga también cuando no le apetezca o haya otra cosa que le interese más. Por eso pienso que utilizar golosinas y / o juegos no son los instrumentos más adecuados. Mucho mejor es utilizar tus caricias, tu voz y tu atención como premio. Las golosinas y los juguetes no tienen que ver contigo. Lo que le interesa al perro son la galletita y el juguete, no tú. Utilizándolos aprenderá que sentándose puede ganarse estos objetos. Mientras la galletita o la pelota están presentes, obedece cuando a él le interesa. Cuando no hay galleta o no le interesa, no obedece. No creas que no le puedes dar nunca una "chuche", de vez en cuando algo rico no perjudica nada.
Utilizando como premio tus caricias y palabras con un tono agradable le darás algo que está directamente relacionado contigo. Te obedecerá porque sabrá que tú lo quieres así. Es mucho más agradable tener un perro que obedece porque "trabaja" para ti. Un perro que "trabaja" para ganarse una galletita suele tener mucho menos interés en su dueño que uno que recibe palabras y caricias como premio. Tendrá su interés en la galletita y la pelotita, que no es lo mismo que tú. Utilizo la palabra trabajar porque para un perro obedecer es trabajar.
Es muy importante que apliques el premio en el mismo instante en que tu perro hace lo que quieres, p. ej. en el justo momento en que su trasero toca el suelo cuando intentas enseñarle a sentarse. ¡Él relaciona lo que le haces con lo que él hace en ese mismo instante! Una característica importante del perro es que vive muy en el momento. Si él se sienta y no lo premias en ese momento, sino 3 segundos más tarde cuando empieza a mirar un pájaro, le estás enseñando que te gusta que mire los pájaros, lo cual a largo plazo puede convertirse en un problema de comportamiento, un perro con una obsesión por los pájaros.
Nunca se te debe olvidar que siempre cuando haces algo agradable a tu perro le estás enseñando que te gusta lo que está haciendo en ese instante, tanto cuando se te sube a las piernas como cuando se sienta delante de ti. Muchas conductas no deseadas han sido enseñadas aplicando algún tipo de premio en un momento inoportuno. Evita que te pase esto siendo siempre consciente de lo que haces, de la interacción entre tú y tu perro. Él aprende sorprendentemente rápido, tanto que aprende antes de que te des cuenta de que lo aprendió.
Después del período de aprendizaje es muy importante que sigas aplicando el premio siempre que te obedezca, pero con menor frecuencia. Para que aprenda algo tienes que premiarlo cada vez que lo haga, pero una vez que lo tiene aprendido debes empezar a premiarlo de manera intermitente, a veces si pero otras no. Prémialo las veces necesarias para que no pierda el interés, para que siga viendo que de vez en cuando le "toca".
Para enseñar al perro lo que sí y lo que no queremos de él es tan importante que sepas premiar como corregirlo correctamente. Para aprender más sobre el uso de la corrección puedes leer este artículo sobre las distintas formas de corregir en la educación del perro y cómo usarlas.
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