Introducción a las razas de perros

Información sobre las razas caninas.

En esta sección ofrecemos de manera resumida nuestra impresión de algunas de las razas más populares, basada en nuestro trabajo diario.

Pretendemos que esta información sea orientativa, aunque no todos los ejemplares de una misma raza responden a estas descripciones. Insistimos en que la forma de ser de un perro no depende en primer lugar de la raza a la que pertenece. Otros factores decisivos son: la edad que tenía cuando se le separó de su madre y hermanos, el grado de sociabilización con el mundo externo que haya tenido, la educación recibida, sus circunstancias de vida, su carácter individual...

La predisposición genética juega también su papel en el carácter. Sin embargo, insistimos en que no todos los ejemplares de una raza son buenos representantes. Es muy difícil criar perros de buena calidad física y psíquica.

El origen de las razas de perros

El perro y el hombre conviven desde hace muchos miles de años. Pero el perro de raza con su pedigrí tal y como lo conocemos hoy en día empezó a existir en fechas muy recientes, alrededor del año 1850.

A lo largo de muchos siglos el hombre creó "el perro". Cuando el hombre criaba selectivamente ésta selección tenía como principal objetivo el uso, la capacidad de hacer cierto trabajo. La selección natural aseguraba que solamente los perros capaces de prosperar en un determinado entorno sobrevivían. Un Chihuahua no hubiera servido como tirador de trineos en el Ártico.

De este modo poco a poco comenzaron a distinguirse grupos de perros con un determinado uso, guarda, trineo, pastoreo, caza... y un exterior apto para el uso y el entorno, cuerpo, tamaño, pelaje.

Para nuevas generaciones se seleccionaban del grupo disponible en el lugar perras y perros. Debido a esto había dentro de un grupo cada vez más perros parecidos, sobre todo en zonas bastante aislados. Pero, esto era una circunstancia secundaria, no era el objetivo principal de la cría. "Bien" se juzgaba en función a la aptitud para realizar cierta tarea, no en función al aspecto físico del perro.

Comparado con miles de años de desarrollo 150 años no es nada. Pero es precisamente en los últimos 150 años que se han producido cambios muy importantes en la cría de perros de razas. Clave en este proceso ha sido el registro genealógico, el pedigrí, lo cual produjo una revolución en la crianza de perros de raza.

Alrededor del año 1850 se reconocían de manera oficial las primeras razas y tuvieron lugar las primeras exposiciones. Se fundaron los primeros clubes de razas y se desarrollaron los primeros estándares de razas en los cuales se fijaron sobre todo normas muy concretas relativas al aspecto físico de las razas. Y se decidió comenzar con el registro de la ascendencia de los perros.

Con el paso del tiempo se creó un registro para todas las razas, el pedigrí y un Libro de Orígenes. En exposiciones y campeonatos se elegían los mejores ejemplares de razas y estos perros fueron inscritos en los Libros de Orígenes como las generaciones fundadoras. Pasado un tiempo se cerraron los Libros de Orígenes, quiere decir que a partir de este momento ya no se admitían nuevos perros que no estaban inscritos aún. Solamente se inscribían descendientes de perros ya presentes en estos Libros de Orígenes. A partir de ahora solamente perros nacidos de perros con pedigrí fueron considerados como "de pura raza". La raza entera tendría que abastecerse del material genético registrado antes de que se procedía al cierre del Libro de Orígenes de cada raza.

Este cambio de grupos genéticamente más o menos abiertos en islas de pura sangre herméticamente cerradas en los cuales no se admitía la entrada de "sangre extraña" significó un cambio radical en la cría de perros. Pureza genética comenzó a ser un objetivo en sí.

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Willy Nijsen