Pienso: sí, no, ¿siempre?
Consejos de un veterinario sobre la alimentación de los perros.
No pretendo aburrir con términos científicos y técnicos sobre la correcta alimentación de cualquier animal de compañía, pero ni un loro se alimenta sólo de pipas de girasol, ni un perro de arroz con higaditos de pollo, ni un gato de pescado y verdura.
Cuánta gente nos comunica en cierta ocasión: "...llevo toda mi vida con perros y han comido sobras y huesos de pollo y no les ha ocurrido nada...", "...mi caniche ha tenido dieta siempre de arroz, verdura y pollo, y me vivió diecisiete años...", "...mi gata comía sobras de casa y nunca le pasó nada...".
¡Afortunadamente!, los veterinarios cada vez más recibimos mensajes de: "...a este gatito recomiéndeme una dieta correcta para que no me ocurra como con el anterior que tuvimos que sacrificar por padecer de los riñones...", "...esta perrita nueva, sólo va a comer pienso porque el otro se murió del corazón ya que comía de todo, la boca la tenía fatal...".
Los propietarios de mascotas ya son conscientes de la relación tan alta que hay entre una incorrecta alimentación y una enfermedad o trastorno fisiológico: periodontitis y cardiopatías, enfermedad renal y cálculos urinarios, obesidad y enfermedades cardiopulmonares, dermatopatías, pancreatitis, problemas articulares, edemas, diabetes mellitus, etc.
Centrándonos en el perro y el gato, taxonómicamente están muy cerca del lobo y el gato montés, pero tras su larga domesticación a lo largo de siglos, ya dejan de ser carnívoros para ser omnívoros, e incluso los animales de compañía que llevan mucho tiempo en estrecha relación con el hombre, podríamos decir que se asemejan mucho en el hábito de alimentación al humano.
Como disponemos de poco espacio y todo esto nos llevaría muchas páginas, insistiremos en la importancia de la dieta acertada y no profundizaremos en sus consecuencias clínicas.
Deben de tener agua a libre disposición, renovada a diario, sobre todo en verano, con una cantidad mayor de 100 ml por kilo del animal.
Para tener una ración equilibrada diaria, deberían de comer: pasta, arroz, carnes, poca grasa, productos lácteos en pequeñas cantidades, verduras, huevo (sobre todo la yema), etc. Y si disponemos de todo ello en un pienso seco y / o húmedo (latas) suplementado con vitaminas y minerales, por qué no aprovechar esta oportunidad. Importante en el caso de los félidos, porque necesitan la taurina, difícil de que se la administremos en dosis correctas si damos una dieta básica.
- Pienso, ¿seco o húmedo?: depende de la necesidad, preferible el seco por el volumen fecal de heces y el mantenimiento de una boca limpia, pero si no come éste, es mejor que coma el húmedo y realizarle limpiezas dentales.
- Huesos, ¿sí o no?: los de ave y conejo son peligrosos si el animal no los come habitualmente, por lo que sería mejor los de cordero, buey y/o vaca y cerdo. Nunca abusar en un solo día de una gran cantidad. En verano solemos atender a animales con el "síndrome del lunes": pancreatitis, impactaciones intestinales, torsiones y dilataciones de estómago, diarreas, estreñimientos, etc, por una gran comilona de sábados o domingos en barbacoas y picnics. Mejor los huesos de cuero y piel que están preparados para ellos.
- Comida casera, ¿sobras o no?: si la mascota está habituada, no se alimenta dieta seca exclusivamente y está sana, podría dársele como complemento, siempre que no lleve muchos condimentos y especias o alimentos muy indigestos (pimienta, sal, aditivos, colorantes, grasas, aceites, huesos de aves y / o conejo, tomates, ahumados, salazones, ajo, etc.). Aunque mi consejo sería intentar siempre dar pienso, solamente.
- Pienso: dieta equilibrada con la que alcanzamos el estado de salud ideal de nuestra mascota, se defenderá mejor de las enfermedades, una hembra gestante o en lactación podrá resolver este período con mayor facilidad, harán menos volumen de heces, menor olor de éstas y del corporal (menos secreciones sebáceas de la piel), en conclusión, vivirán más tiempo y nos darán menos trabajo y preocupación.
- Número de tomas: depende del tiempo que le podamos dedicar, yo personalmente, prefiero la ración diaria total en un 40% por la mañana y un 60% por la tarde en el perro, y tres tomas en el gato; en los cachorros será mayor número de tomas.
Espero que todo esto os haga reflexionar,
nunca es tarde para recuperar un buen hábito.
Hasta pronto.
Andrés Benítez
Veterinario
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