Publicado: 27/04/2012 14:29
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Hace un par de meses adoptamos a Kun, un bulldog francés de 2 años abandonado en varias ocasiones. En la protectora nos lo vendieron fatal, ya que era muy bruto y no atendía a normas, sin embargo la llegada a casa fue una sorpresa ya que es un perro muy dócil, obediente y muy cariñoso. Con otros perros y con los niños es un angelito.
En casa obedece a la primera y en la calle si va atado no tira de la correa y va pendiente de ti, sin embargo el problema viene cuando le soltamos. Vivimos en el campo y llevarle atado no nos gusta nada, todo lo contrario preferimos que tengan su ratito de libertad. Cuando se siente libre se aleja de nosotros enseguida aunque si le llamas vuelve, aunque si ve algo que le llama la atención como algo de basura o algún animal como conejos o perdices, sale corriendo sin atender a razones y aunque le llames y le ofrezcas chuches parece no oírte.
Al rato siempre ha vuelto, pero los paseos cada vez son más tensos y desagradables ya que tenemos miedo a que un día corra corra y corra y se pierda o llegue a la carretera y se cruce y le pase cualquier cosa.
Tenemos una cachorrita de boxer de 9 meses que va siempre suelta a nuestro lado lo cual nos hace replantearnos qué hemos hecho mal con él.
Quizá lleve poco tiempo con nosotros y el vínculo afectivo no sea lo fuerte que llegará a ser o a lo mejor nos estamos engañando y nunca podrá ir suelto, pero si hay una mínima posibilidad de intentarlo...
Muchas gracias!
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