 Publicado: 20/06/2011 20:15
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CAROLINA PINEDO 16/06/2011
En verano, todos los seres vivos sufrimos los rigores de las altas temperaturas, y nuestros animales de compañía no son una excepción. El calor puede resultar para ellos más peligroso de lo que creemos.
En las clínicas veterinarias, todos los años se atienden animales que sufren golpes mortales de calor. Unas sencillas pautas pueden prevenir males mayores y garantizar el bienestar de nuestras mascotas cuando el termómetro echa humo. Los perros y gatos solo sudan por las almohadillas de las patas; por eso, cuando hace mucho calor jadean para eliminar agua a través de la boca. Por ello son más susceptibles a sufrir golpes de calor y deshidratación.
Un momento especialmente delicado para los animales son los viajes en coche, aunque se trate de trayectos cortos. Hay que procurar que estén frescos. Si no se tiene aire acondicionado en el vehículo, se puede introducir en la jaula de transporte una bolsa con hielo o un pequeño recipiente con agua para que se refresque.
De hecho, uno de los lugares más habituales donde se producen los golpes de calor en animales cada verano son los coches. Bajo ningún concepto se les puede dejar solos en el vehículo, aunque esté aparcado a la sombra y con las ventanillas bajadas.
Hay que tener especialmente cuidado con los animales muy mayores y con los cachorros. Manuel Lázaro, veterinario, asegura que deben tomarse medidas especiales debido a que son más sensibles y se deshidratan con mayor facilidad. "En el caso de los animales mayores, la presencia de enfermedades cardiorrespiratorias les hace mucho más susceptibles a las altas temperaturas", añade.
Hay animales que son especialmente sensibles a las temperaturas extremas, como los hurones. Unas mascotas que desde hace unos años han aumentado notablemente su presencia en los hogares españoles. Solo en Barcelona se calcula que hay alrededor de 3.000 familias que los han elegido como animales de compañía, según cifras de la Asociación Protectora SOS Hurones.
Rosi Perea, presidenta de esta entidad, explica que "los hurones llevan muy mal el calor porque tienen un metabolismo muy rápido y todos los veranos mueren bastantes por golpes de calor".
Esta experta ofrece los siguientes consejos para mantener a estos animales frescos en verano: el primero, vigilar que siempre tengan suficiente cantidad de agua limpia y fría. Además, es recomendable que estén en el lugar más fresco de la casa, y, si es posible, es conveniente usar aire acondicionado, pero también hay que evitar las corrientes. Así que lo más sencillo es habilitarles una piscinita o dejar la bañera con agua para que chapoteen.
En definitiva, mucha agua fría, sombra y baños para refrescarse son los mejores remedios para que nuestros animales pasen un feliz verano. Casi como las mismas medidas que deben tomar sus dueños.
Fuente: El País
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Saludos,
Willy.
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