Baudin Veteran@
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Publicado: 08/02/2011 14:02
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¿Que perro encaja en nuestra vida?
A priori puede parecer de fácil respuesta, pero, debería ser, sin embargo, una decisión fruto de una reflexión serena, pausada y muy, muy meditada, tenga en cuenta que la vida media de un perro es de 10 a 15 años.
Un error en la respuesta puede desencadenar en graves conflictos de convivencia y transformarse en una fuente muy seria de problemas.
Lo primero que deberemos hacer es establecer un ranking, ordenando de mayor a menor importancia las características de cada una de razas en las que nos hayamos fijado, dándoles una puntuación de 0 a 10 dependiendo de la importancia que tenga para nosotros, la suma de todas ellas nos ayudara a distinguir cual es la que tiene las características deseadas por nosotros y deberemos analizar con calma nuestro entorno familiar, de ello dependerá, en buena medida, el éxito de la incorporación de nuestra nueva mascota y que el tiempo que vayamos a pasar juntos lo sea en armonía y disfrutando mutuamente de ese vinculo tan especial que se crea.
A la hora de predecir el comportamiento posterior de nuestra mascota, es mucho mas fácil hacerlo en un perro de una raza determinada, ya que han sido seleccionados potenciando determinadas características a lo largo de generaciones, mientras que en los mestizos, la mezcla que ha podido intervenir en su creación, puede ser muy variopinta lo que hará muy difícil predecir el futuro comportamiento. Estas características, son genéticas y pueden ser perfectamente modificadas con una buena educación o adiestramiento.
Las razas mencionadas como ejemplos, provienen de distintas encuestas, realizadas en EEUU y Europa a veterinarios, criadores, jueces de obediencia y particulares. Serán una guía que nos ayudara a escoger mejor a nuestro compañero
La excitabilidad, es la facilidad con la que un determinado perro entra en actividad ante un estimulo dado tales como timbre de la puerta, personas que pasan por las escaleras/calle, entrada de visitas, etc. Esta característica, que suele ser independiente del sexo, es quizás, una de las mas fáciles de predecir dependiendo de la raza y curiosamente, las razas pequeñas, son las que siempre tienen puntuación más alta (Trerrier, Maltes, Shih Tzu, Chihuahua, Pug, etc.) así como las de caza o pastoreo (Beagle, Setter, Pastor Alemán, Weimaraner, etc.), mientras que las razas grandes (San Bernardo, Rottweiler, Gran Danés, Bullmastiff, Mastiff, etc.), tienden por lo general a permanecer impasibles ante estos estímulos.
Hay que tener en cuenta, que esta característica puede ser fundamental si vamos a vivir en un piso o apartamento, podemos aceptar soportar a un Yorkshire Terrier escandaloso como el precio a pagar por tener un perro pequeño, pero plantéese lo que podría ocurrir al tener entre 30 ó 40 kilos – cuando no más- de perro excitado (Dálmata, Weimaraner, Husky, etc.) desatado por nuestra vivienda, con el consiguiente peligro para nuestros muebles, ornamentos y familia.
La actividad propia, es cuando un perro se mueve sin ser estimulado, la necesidad de ejercicio que tiene o necesita tener para ser feliz y equilibrado, esta característica, suele venir derivada de la función para la que fue seleccionada la raza en particular, por ejemplo, los perros pastores, ellos fueron creados para algo que implica altos niveles de actividad y energía, ya que esta requiere estar en constante movimiento alrededor del rebaño. El sexo también establece diferencias, encontrándose esta característica más acentuada en los machos.
Nuevamente, son las razas pequeñas las que tienen una mayor actividad mientras que las grandes son las más propensas a pasar largas horas dormitando bajo un sol de justicia o transformándose en un mueble más de nuestra casa.
Tendencia a morder sin hacer presa, siglos de cría selectiva han producido razas de las que se puede decir que es prácticamente imposible que muerdan. Este comportamiento es el que utilizan los perros para alejar a otros, o para indicarles que dejen de molestar o las madres con los cachorros para “educarles”. Los mordiscos provenientes de este comportamiento suelen dar como resultado mordiscos en manos y/o piernas, pero lo tenemos que tener muy en cuenta si en nuestra familia hay niños, ya que para ellos es mucho más peligrosa, su cara suele quedar a la altura de la boca del perro. La pregunta a la que los entrevistados debieron responder para esta cuestión fue acerca de la tolerancia de un perro a ser golpeado, tironeado, manoseado por niños.
Entre las razas con más baja tendencia a morder podemos encontrar al Labrador, Collie, Bullmastiff, Boxer, etc., mientras que son el Terrier, Schnauzer enano, Chow, Pomerania, etc., los que tienen mayor tendencia a practicar esta característica, en la zona media están el Pastor Alemán, Beagle, Malamute, Doberman, etc., también hay diferencia entre los machos, más propensos a practicarla que las hembras.
Ladridos excesivos. Es muy importante a la hora de decir un perro que va a vivir en una comunidad de propietarios, si bien nosotros podemos llegar a aceptarlos, pueden acabar volviendo literalmente “locos” a nuestros vecinos haciendo que la convivencia sea imposible. Este comportamiento es complicado y difícil de corregir mediante adiestramiento y muy fácil de adquirir si nuestro perro “consigue” determinadas cosas produciéndolo.
Entre las razas mas ladradoras se encuentran el Beagle, Yorkshire, Fox Terrier, Pug, Caniches, Pequinés, etc., entre las menos ladradores el Terranova, Rottweiler, Malamute, Bullmastiff, etc., en el rango medio Pointer, Chow, Bulldog, San Bernardo, etc.
Juguetones. Este carácter es el que muchísimas veces es totalmente indispensable a la hora de contribuir exitosamente a la integración de un perro a una familia, esta características, muy deseada por algunos adultos, se trasforma indispensable si entre los miembros de la familia hay niños pequeños. Si bien es cierto que la característica de juguetón se pierde en muchas razas al hacerse adultos, en otras, debido a una selección adecuada, se vuelve permanente, pudiendo decirse que los adultos son eternos cachorros, a los que les encanta perseguir pelotas, saltar detrás de discos voladores o simplemente corretear a nuestro alrededor dando divertidos saltos.
Entre los más juguetones, están los Caniches, algunos Terriers, los Retriever, algunos pastores (Alemán, Australiano, Shetland), los menos Bulldog, Chow, Basset Hound, Malamutes, Bullmastiff, Lhasa Apso y en la zona media se encuentran el Boxer, Collie, Beagle, Pug. No existen diferencias por sexo en este comportamiento.
Capacidad de Adiestramiento. Esta característica lo que nos indica es la facilidad de una determinada raza para aprender “trucos” o comportamientos. Cierto es que con tiempo y paciencia todos los perros son capaces de aprender, lo que define esta característica es la rapidez de aprendizaje, aunque los expertos no se ponen de acuerdo, la mayoría se inclina a la mayor facilidad de las hembras para el adiestramiento.
Los que tienen mas facilidad son los pastores (Alemán, Shetland, Australiano), caniches (enano, gigante), el Doberman, siguiéndolos muy de cerca, los Labradores y Collies, en la zona media el Malamute, Boxer y Dálmata y en la más baja el Afgano, Bulldog y Beagle
Dominancia. Esta característica, una de las más importantes, define la tolerancia de las razas a otros perros y a personas, si bien nadie quiere un perro tímido, tampoco quiere un perro “Jeckyl y Hyde”, que a ratos sea un cielo a ratos una especie de monstruo gruñidor y mordedor, la cría selectiva ha “creado” individuos más predispuestos a la vida social que otros y lo que define la característica es la cantidad de autoridad que tendrá que emplear un dueño para conseguir un perro sumiso e integrado en la familia.
En la zona alta, mas dominancia, nos encontramos al Fox Terrier, Husky, Chow, afgano, en la zona media al Maltes, Cocker, Pastor Alemán y en la baja, al Collie, Pug, Bullmastiff, Pastor Australiano y Labrador.
Demanda de Afecto. Esta característica intrínseca de los cachorros y perros jóvenes, en algunas razas permanece durante toda la vida del animal, esta característica esta mas acentuada en aquellos que además son sumisos, que estado natural, son los que prodigan atenciones a los dominantes. Las hembras suelen tener una mayor demanda de afecto. Las razas que destacan en este apartado es importante tenerlas en cuenta si hablamos de un perro familiar que vaya a convivir con niños.
Los que mayor demanda de afecto tienen son el Cocker, Lhasa Apso, Caniche, Yorkshire, Pequinés, etc., con una demanda media nos encontramos al Boxer, Pointer, Doberman, Bullmastiff, etc., en los que menos el Chow, Akita, Rottweiler, San Bernardo, Husky, etc.
Además de observar estas características, deberemos también tener en cuenta el tipo de pelo (un pelo largo, implicara una mayor atención al aseo), si va a realizar funciones de guarda, trabajo (pastoreo, caza).
IMPORTANTE
Hay cinco factores fundamentales que influyen sobre el predecible comportamiento posterior de un perro, la raza, el sexo, su constitución genética particular, el origen y manipulación de cachorro y finalmente el adiestramiento/educación recibida a lo largo del primer año de vida.
OJO AL DATO
El comportamiento de un perro de raza adulto, viene fijado en los genes, trasmitidos por los padres, pero reforzado, siempre con una correcta socialización y educación, un error en este capitulo puede tirar por tierra años de selección.
FUNDAMENTAL
La persona sola (o en pareja) que trabaja durante el día debería buscar un perro que tenga características de perro guardián, con limitados ladridos, con una demanda de afecto baja y con una excitabilidad media, sin carácter destructivo y con una gran facilidad para el aseo.
Personas mayores que viven en pareja o solos, necesitan un perro con una excitabilidad baja, sin instintos agresivos a otros perros, sin dominancia hacia los dueños, con un nivel de ladridos bajo (aunque si de guardián), de una actividad media y que tenga una gran demanda de afecto.
Las familias con niños pequeños en casa necesitan perros que tengan baja tendencia a morder, sin casi dominancia, con una excitabilidad muy baja (evitaremos accidentes con los peque humanos), que sean muy juguetones, con una demanda de afecto muy alta y un alto nivel de aprendizaje al adiestramiento.
Siempre hay que tener en cuenta las características particulares de cada individuo o núcleo familiar a la hora de escoger a su compañero. _________________ Es dificil ser humilde cuando compartes la vida con un bullmastiff
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Baudin Veteran@
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Publicado: 08/02/2011 14:03
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¿Macho o Hembra?
Mucha gente a la hora de plantearse incorporar un perro a su vida se plantea esta cuestión y la mayoría de las veces, para ellos, es tan fundamental dar con la respuesta correcta como la raza a escoger y esta no viene dada solo por las características sexuales, hay mucho más en el trasfondo de lo que el lector se imagina.
En una primera incorporación de un perro a nuestras vidas, podemos plantearnos esta cuestión, ya que no hay elementos extraños que influyan gravemente en su respuesta, ahora bien, si ya tenemos un perro en casa, si tenemos pensado incorporar otro más, es casi obligado que sea de un sexo distinto, para casi asegurarnos el correcto encaje entre ellos sin excesivos problemas.
Las diferencias físicas entre sexos, en la mayoría de las razas, no varían y para descubrir el sexo de un perro, invariablemente, nos obliga a mirar sus atributos sexuales, ahora bien, si la raza que escogemos es de las llamadas gigantes, es un aspecto muy a considerar ya que en algunos casos, la diferencia puede llegar a 20 kg de diferencia de tamaño entre machos y hembras y es debe ser factor importante a la hora de tomar una decisión acertada.
En cuanto al carácter hay que tener en cuenta que los machos, por regla general, suelen ser más dominantes y agresivos que las hembras, tanto con su familia humana como con otros congéneres, lo que nos obligara a destinar un esfuerzo adicional en educación y socialización, fundamental, para tener después una convivencia adecuada. Además, tenemos que tener en cuenta que las hembras, maduran muchísimo antes que los machos, es decir, que son adultas, no llegando a sobrepasar los dos años para que adquieran esta mayoría de edad lo que significa que estarán mas tranquilas, más enteras y con una mayor facilidad de convivencia, mientras que los machos, en algunos casos, pueden tardar en llegar a los 4 años e incluso más, para madurar, lo que se traduce en un atolondrado jovencito con comportamiento de cachorro pero con cuerpo de adulto, con el riesgo que conlleva para personas y enseres, más cuando el perro, es de razas grandes o gigantes, piense Vd. lo que significa tener a un perro de 50 ó 60 kg comportándose y jugando como un cachorro, desastre casi garantizado.
Otro factor fundamental a tener en cuenta es el comportamiento sexual, deberemos plantearnos, en el caso de las hembras que tendrá celos cada 6 meses (más o menos) y que ello influirá en su comportamiento, se pueden volver más agresivas con otras hembras –antes, durante y después del celo- , pueden llegar a realizar marcajes de orina para dejar su tarjeta de visita (en nuestra cama, por ejemplo) para intentar localizar a un macho aceptable según sus criterios. Además, lleva añadido el tenerla vigilada para evitar camadas no deseadas, con el consiguiente trastorno de las manchas dejadas durante este periodo. Si tenemos un jardín, deberemos pensar que ellas orinan sentadas, es decir, que dejan toda su orina en un único punto con lo que las calvas de césped abrasado, están casi garantizadas mientras que los machos, al orinar con la pata levantada, repartiendo el contenido en varios sitios (arboles vallas o paredes), no suelen ser un problema serio para nuestro césped.
Los machos, por su sexo, llevan añadidas otras complicaciones, la necesidad de rivalidad con otros machos (o humanos) de similares características, el nerviosismo que adquieren cuando hay hembras en celo en las cercanías de nuestro hogar, llegando en algunos casos, a detectarlos a distancias tan alejadas como los 15 km, esto supone un trastorno adicional ya que en esos periodos intentara desesperadamente escaparse para acudir a la llamada de la naturaleza, lo que nos obligara a reforzar el vallado de nuestro jardín. También, si se lo permitimos, los machos tendrán tendencia a montar a otros perros (posible fuente de conflicto ya que es un signo de dominancia sobre otros), personas y enseres, algo que al principio, a la mayoría de los propietarios les parece gracioso, puede llegar a transformarse en un serio problema de convivencia difícil de erradicar, piense el lector, que en contra de la creencia generalizada, ellos no necesitan “aliviarse” y si este comportamiento se presenta hay que tratarlo como lo que es, un trastorno y deberemos acudir a un profesional que nos ayude a ponerle remedio.
Por regla general, las características de dominancia sobre el dueño, la agresividad entre perros, la actividad física y la defensa territorial, están menos acentuadas en hembras, mientras que son mas fáciles de adiestrar y tienen una mayor demanda de afecto que los machos. En los ladridos y la excitabilidad, no se encuentran diferencias sustanciales entre sexos.
También, es importante tener en cuenta que las hembras tienen menor tendencia a responder a las trastadas de los niños de la casa, lo que se traduce en menos posibilidades de mordiscos no deseados.
Siguiendo los criterios del mes pasado, deberíamos incluir en nuestra selección una puntuación adicional que incluya las características del sexo, así conseguiremos encontrar la raza que mejor se adecue a nuestras necesidades
IMPORTANTE
En una familia con niños pequeños, deberemos considerar seriamente que nuestra elección vaya orientada a una hembra, nos evitaremos algunos conflictos innecesarios.
FUNDAMENTAL
Independientemente del sexo elegido, si en el futuro no tememos pensado que se reproduzca, deberemos plantearnos seriamente la posibilidad de la castración/esterilización, contribuiremos así a reducir el numero de abandonos y a evitar algunos problemas específicos derivados del sexo.
RECUERDA QUE:
Todavía hoy continúa estando muy extendida la falsa creencia de que todas las hembras tienen que criar al menos una camada y que todos los machos, necesariamente, tienen que ser empleados al menos en una ocasión como sementales.
Esto que parece imprescindible, no lo es. Y de hecho son muchas las razones que aconsejan no tomarse tan a la ligera el hecho de juntar un macho y una hembra. Esta debe ser una decisión muy meditada, razonada y asesorada.
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