Publicado: 03/02/2011 13:01
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Las madres no presionan el cuello de sus cachorros para relajarlos, sino para reprenderlos cuando están haciendo algo mal, y, asustarse ante un sonido fuerte y desconocido, no es motivo de represalia. Para relajarlos los lamen, juegan con ellos, los cobijan, ...., o pasan de todo y esperan a que se relajen solitos (depende del momento y del motivo de la tensión).
Un cachorro tan pequeño tiene que ir adaptándose a su entorno paulatinamente. El ascensor le asusta porque es un lugar oscuro, pequeño, cerrado y que se mueve. El ruido del aspirador es fuerte, desagradable y extraño. Con el tiempo, a fuerza de habituarse a ellos con naturalidad, dejan de considerarlos extraños y de asustarse.
Irás comprobando que habrá muchas otras cosas (especialmente ruidos) que le asusten: las persianas al bajar, el claxon de los coches, un grupo de niños gritando, ...., en fin, un montón de cosas a las que tendrá que irse acostumbrando.
En mi opinión, lo mejor es actuar con naturalidad y sin darle demasiada importancia, es decir, ni bronca, ni mimos. Si vas paseando con él y algún ruido le sobresalta, procura continuar como si tal cosa, si acaso, dile algo como "no pasa nada", en tono suave y neutro. Si se asuta mucho, una palmadita suave y, a seguir camino. Si el perro nota que a ti no te afecta ese nuevo ruido, que sigues tranquilo pese a todo, te tomará como referencia y lo aceptará como normal y como parte de su entorno.
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