Baudin Veteran@
Registrado: Dic 2008 Mensajes: 1360 Ubicación: Valdemorillo Madrid
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Publicado: 10/12/2008 20:59
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Los individuos que de cachorros son obesos, tienen tendencia a serlo en el futuro. Pero hay aún un dato más preocupante, si cabe y es que estudios recientes indican que la obesidad afecta hoy por hoy a más del 65% de la población canina del primer mundo. Tan es así que se considera como el primero de los problemas de malnutrición en el perro doméstico. Entre los lobos, los coyotes, los chacales y los zorros, es decir entre los primos salvajes de nuestras mascotas, el problema de la obesidad no existe, y no existe por una sencilla razón: que esos cánidos nunca están sobrealimentados. Y no lo están porque su alimentación es mucho más frugal, y la calidad y cantidad de ejercicio que realizan, mucho mayor. O lo que es lo mismo: queman la energía que les sobra, la consumen, la liberan.
La energía no es otra cosa que el carburante que hace que nuestros perros se muevan, estén activos, estén vivos. Y energía la producen los nutrientes que se encuentran en los alimentos que el perro ingiere. Esa energía produce calor –lo que hemos dado en llamar calorías- y es lo que determina que el animal tenga la necesaria capacidad para regular su propia temperatura corporal, para realizar tal o cual tarea o ejercicio, etc. Y siendo así, debe quedarnos perfectamente claro que la cantidad y la calidad de la energía que el perro aprovecha para vivir en condiciones adecuadas, está directamente relacionada con la calidad y la cantidad de carburante que le servimos a su motor, o lo que es lo mismo, con la calidad y la cantidad de los nutrientes que recibe y aprovecha de su alimentación diaria.
Siendo así, también debe quedarnos perfectamente claro que toda aquella energía que el perro consuma de más, y que no sea capaz de emplear y gastar, automáticamente se convertirá en tejido graso, dando lugar a la obesidad.
Pero siendo como es el organismo una maquinaria tan perfecta, con un engranaje tan sofisticado, podríamos preguntarnos porqué ocurre que no sea capaz de eliminar esa energía que le sobra, antes que acumularla sin ton ni son en forma de tejido adiposo... pues bien, hasta para esto hay una explicación. El organismo de los perros y de todos los animales de sangre caliente, está preparado para acumular ciertas reservas en forma de grasa, que le van a servir para contrarrestar los efectos de una hambruna, de una carencia de alimentos cualquiera que sea la causa... ¿qué hacen los osos antes del invierno? Se ceban de comida, engordan hasta límites insospechados y luego se ocultan en una cueva para hibernar, cueva de la que salen varios meses después con muchos kilos de menos, pero todavía capaces de reanudar enseguida el ritmo habitual. Lo malo es que la vida que nosotros vivimos y que le hacemos vivir a nuestros perros es por lo general sumamente regalada y nunca hay ocasión de hacer uso de esa grasa excesiva que se ha ido acumulando, simplemente porque nunca hay momento para pasar hambre... y por lo tanto, el organismo nunca se ve en la necesidad de echar mano de esos tejidos adiposos que tiene a su disposición para casos de verdadera emergencia.
Así las cosas, lo único que ocurre es que la grasa se continúa acumulando y acumulando y acumulando, y el perro continúa engordando y engordando y engordando sin remedio, hasta convertirse en un obeso impenitente.
La obesidad es un problema muy grave de salud, que suele desencadenar la aparición de otras enfermedades tan importantes como puedan ser las artritis, la diabetes mellitus, los problemas inmunológicos, las patologías cardíacas, digestivas, hepáticas y respiratorias, la imposibilidad de termorregularse adecuadamente y el acortamiento de la propia vida.
PERFIL DEL PERRO OBESO
• Animal permanentemente hambriento
• Animal que engulle el alimento sin masticarlo y pide más
• Animal que rehusa caminar más que unos pocos metros
• Animal que se fatiga de continuo
• Animal que prefiere dormir antes que jugar
• Animal que se muestra siempre perezoso
• Animal que cuando corre, jadea exageradamente y durante largo rato
• Animal que tiene dificultad para saltar o sortear obstáculos
• Animal que tiene dificultad para subir y bajar escaleras, pendientes, etc
• Animal que muestra gran intolerancia al calor ambiental
• Animal que presenta el abdomen totalmente distendido, tanto si se le mira de frente como de perfil
• Animal al que no se le pueden detectar, mediante la palpación,
las costillas ni la columna vertebral
• Animal en el que se encuentran con facilidad grandes masas de tejido graso y adiposo, especialmente sobre el cuello, el pecho, el abdomen y la región inguinal
• Animal que puede presentar, en los casos más graves, edemas (acumulación de líquido) en las patas delanteras y traseras e incluso en otras partes del cuerpo
Terapia de adelgazamiento de un perro obeso
Cuando se trate de hacer adelgazar a un perro en fase de crecimiento, con problemas cardiorrespiratorios, convaleciente de alguna enfermedad o mayor de siete años, la terapia aquí descrita debe estar perfectamente monitorizada por el veterinario para evitar desequilibrios hormonales que pudieran afectar a su salud o agravar cualquier patología cardiaca o respiratoria.
La pauta que aquí se recomienda, está basada en el empleo de un pienso de “mantenimiento” para perros adultos, de gama alta y de gran calidad.
Otra opción sería utilizar un pienso especial para adelgazamiento de perros obesos, de tipo “light” (con alto contenido en fibra saciante), pero en tal caso sobra todo lo que sigue y bastará con respetar las instrucciones del veterinario y del fabricante. No obstante hay que decir que no todos los perros aceptan de buen grado los piensos “light” por su escaso sabor.
Primero:
Pesar al animal, anotar el resultado y determinar el peso ideal al que se quiere llegar, en función de su talla, sexo y edad, teniendo siempre en cuenta que el peso final no podrá ser inferior al 15% de aquél que presenta al iniciar la terapia.
Segundo:
Suministrar al animal de tres a cuatro tomas diarias, teniendo en cuenta que la dosis máxima total que habrá de repartirse en tres o cuatro tomas debe ser igual a dos tercios (60%) de la cantidad recomendada por el fabricante de pienso, en función de la raza, sexo, talla y edad del perro.
Tercero:
Pesar al animal todas las semanas, siempre a la misma hora del día y siempre con la misma báscula; y al menos dos horas después de haber realizado la última ingesta) y anotar el resultado para comprobación.
Cuarto:
Cuando no se observe una disminución satisfactoria en el peso, se reducirá en otro 20% la cantidad diaria de alimento suministrado; sin embargo, si se observa que efectivamente el animal ha perdido peso en el trascurso de la semana, no se disminuirá la cantidad de comida diaria.
Quinto:
Se hace imprescindible obligar al animal a realizar paseos cortos, de unos diez minutos de duración, a buen paso, al menos tres veces al día.
Sexto:
La duración de los paseos se irá incrementando paulatinamente a razón de cinco minutos en cada tanda, con carácter semanal, hasta llegar a un mínimo de 30 minutos por cada uno de los tres paseos diarios. Es esencial que el animal sea capaz de tolerar los paseos sin excesivo jadeo ni cualquier otra manifestación de agotamiento. Y es igualmente importante que los paseos tengan lugar en horas del día en que no apriete excesivamente el calor (temperatura inferior a 18-20ºC).
Séptimo:
Una vez que el animal alcance el peso ideal que se pretende, es necesario continuar manteniendo los tres paseos diarios y continuar ofreciendo dos o tres tomas de alimento al día y asimismo evitar ofrecer al perro cualquier otro “caprichito” entrehoras.
Octavo:
Para obtener los resultados deseados y mantenerlos, es imprescindible concienciar a TODOS los miembros de la familia de la importancia de no ofrecer a escondidas al animal ningún tipo de galleta, o cualquier otro premio alimentario, ni mientras dura la terapia ni a posteriori. Hay que tener en cuenta que el perro hambriento es siempre un perro pedigüeño que se las ingeniará para tratar de ablandar los corazones más débiles y obtener “resultados” en forma de mimos comestibles. Por lo tanto habrá que repetir hasta la saciedad a niños y ancianos (y también a vecinos, amigos o a la tata o el jardinero) cuán importante es para su salud que nadie sucumba a la tentación de ofrecerle cualquier cosa, por ínfima que sea, entre horas. _________________ Es dificil ser humilde cuando compartes la vida con un bullmastiff
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Iria Veteran@
Registrado: Oct 2008 Mensajes: 2400 Ubicación: santiago de compostela
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Publicado: 14/12/2008 22:07
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¿No come nada? Algo comerá Likan. Si el perro come poco es porque no le hace falta más. Si en lo demás lo ves sano(la caca la hace bien y el pis también, está juguetón y feliz...) no te preocupes. Como ves no soy siempre tan tremendista , pero en serio. Yo me preocupaba porque mi perra la que cogí del refugio no comía ni 100 gr de comida al día, pero como estaba bien... ahora come casi 200, la solución fue... no darle de comer nada, pero nada, un día entero. Ahora sabe que si no come, luego no hay y se lo come todo!!! pero no come mucho. Y debería comer 350 gr según su peso y su edad. El perrito, en cambio, debe comer 400 gr(está creciendo, luego serán 300 a 350) y se come lo suyo y lo que le sobra a ella ¡y lo gasta todo! Depende del perro también.
Si el perro está sano no te preocupes _________________ No hay que tomarse las cosas en serio. Total, no vamos a salir vivos de ésta.
http://moralejasmamanovata.blogspot.com
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