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En un momento dado, el bebé comenzará a practicar a ponerse de pie.
En un momento dado, el bebé comenzará a intentar ponerse de pie y después a andar. Esto será otra experiencia nueva para el perro. De repente el niño será capaz de levantarse. Así se hace más grande, algo que desde la perspectiva del perro puede significar que el niño quiere subir en rango. No todos los perros aceptan esto sin más. Por esto es necesario que permanezcas con ellos, para que tu rango afirme el rango de tu hijo.
Aparte de esto, los niños que están aprendiendo a estar de pie se agarran a lo que haya a su alrededor para apoyarse. Si por casualidad resulta ser el manto del perro podría causarle un fuerte dolor al perro. Apoyarse en el perro también es un gesto dominante y por lo tanto puede causar problemas. Por esto debes evitar que el niño se agarre al perro y que lo usa para apoyarse.
El bamboleo, caerse y volver a intentar ponerse de pie por parte del bebé puede resultarle extraño al perro. Un bebé hace gestos incontrolados que al perro le pueden parecer amenazantes. Esto es otra de las cosas a las que se tiene que ir acostumbrando. Enséñale a ignorar al niño, distrayéndole con algo que le interesa.
Enseña al niño que no está permitido perseguir al perro y procura que el perro dispone de un lugar seguro a donde el niño no puede ni debe acceder. El perro necesita un lugar donde retirarse y estar tranquilo.
El siguiente capítulo trata todo lo relacionado con el párvulo.
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Fuente: http://www.escuelacaninamaya.com/ninos-y-perros/el-bebe-andando.html